viernes, 25 de marzo de 2011

Parada de Rubiales

Son encantadores. Tanto el alcalde, como la responsable de cultura, como nuestra guía personal de más de 70 años que se unió a la excursión.
Parada de Rubiales fue nuestro destino esta semana para los especializados en cultura de la Ponti y... amigas. En cualquier caso pasamos una tarde de lo más variopinta y agradable en la que nos acompañaron el decano y Labordeta, perdón, Vallvey.
 


Parada de Rubiales, en la provincia de Salamanca, destaca por sus bodegas y sus vinos caseros, por su paisaje dentro de la Tierra del Vino, por su aula de esta bebida muy bien equipada con una especie de zona de interpretación y por su árbol casi milenario. Pero el motivo por el cual nos invitaron a conocer su pueblo es el concurso internacional de cuentos de adultos que se celebra cada año en la localidad y finaliza en junio con el nombramiento del ganador. Al parecer, esta es ya la edición número doce y somos nosotros, por así decirlo, el jurado de cientos de cuentos.
Por lo tanto, estas semanas nos las pasamos mano a mano con decenas de copias para leer y, aunque yo no me considero nadie para dejar de lado la calidad de un cuento frente a la de otro, me está gustando eso de leer a otras personas completamente anónimas, puedes encontrarte tantas historias que ni siquiera habrías ideado en tu cabeza.

Uno de los vecinos nos invitó a merendar en la bodega y conocí por primera vez las cubas enormes que antigüamente se utilizaban en aquel lugar para conservar el vino, eso sí, siempre a 12 o 13 grados en cualquier época del año. Aún así y aunque los vecinos de este pueblo prediquen con mucho cariño que en algún momento fueron pioneros en las exportaciones de este tesoro de la uva o aunque pude comprobar que el vino es excelente, no acabaron convenciéndome de que allí la calidad fuese mejor que en algunas bodegas de la zona de Toro. Bueno, algo tendré que barrer para casa.

Fotos: P.Rey


martes, 22 de marzo de 2011

Anécdotas de autobús


 Es de todos conocido que los viajes en autobús de Zamora Salamanca esconden las historias más insospechadas. Pero de eso a que últimamente ocurran tan a menudo hace pensar que, o bien me estoy haciendo mayor como para soportar ciertas cosas, o es que últimamente hay exceso de tontería salvando siempre las anécdotas divertidas. Puede ser, ya son cinco años de experiencia.

Rebeca y yo aún recordamos al acosador del codo. Es un hombre bastante bien vestido pero que se sienta a tu lado para poder tocarte una teta con el codo sin ningún tipo de reparo... lo cierto es que no sé cómo describir la situación pero uno debe imaginarse a un hombre sentado y con una postura tal que los brazos le ocupan asiento y medio. La única vez que me tocó a mí la lotería, su tronco salió disparado hacia el pasillo mientras aproveché el empujó en una curva hacia ese lado. Hizo efecto aunque no llegó a caerse.
El autobús es también una especie de minired social. Las batallas del fin de semana se cuentan sin ningún tipo de cuidado y sin saber si el que está delante es amigo del que te ligaste la noche del sábado. Tampoco importa hablar de viajes o confidencias... 
Para tanta saturación de información que a mí realmente me importa poco, suelo tener los auriculares puestos mientras leo alguno de los libros que nos han mandado para clase o, simplemente, por placer.

Sin embargo, uno de los puntos clave ha sido el de esta tarde. Un señor borracho (y que conste que no lo estoy etiquetando por su aspecto físico porque apenas le vi) se sentó detrás de mí y tranquilamente abrió sus latas de cerveza durante el trayecto. No contento con su almuerzo, el tipo fue recopilando las latas en el hueco de la ventana de su asiento delantero, vamos, el mío. El resultado de tal situación fue un costado de mi ropa con ciertos regatos sospechosos y un olor tal que cualquiera hubiese pensado que volvía de un after.

Prometo hacer una segunda entrega de este maravilloso y salvaje mundo de los autobuses Zamora-Salamanca.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Mal cuerpo


 ¿Cómo salvar a 35 millones de personas antes de que suceda algo grave? ¿a quién pedir ayuda y responsabilidades cuando la madre naturaleza es la que decide? El instinto de supervivencia parece que es lo único que puede quedar, pero un servidora, que no entiende de reactores ni de funcionamiento de una central nuclear se detiene a pensar en la información que se está dando... y no sabe por donde cogerla. Solamente hay una realidad palpable y es el sufrimiento de quienes lo han perdido todo o lo han dejado atrás.

Por otra parte, cuando las muertes son provocadas por cañones, cuando una parte del pueblo pide ayuda internacional y los poderosos de un país piden que nadie se entrometa en su guerra... ¿también debemos esperar a verlas venir?

lunes, 14 de marzo de 2011

Más que chocolate


Políticos en las puertas del tren acompañados por cinco coches de seguridad, dos perros y la policía local. Altos edificios diplomáticos y esculturas en forma de megáfonos para que los extranjeros puedan dar la nota. Brasseries con olor a curry, estofado o pata de cordero con forma de ratón. 

  

Casas de cuento.
Fachadas pintadas, bien pintadas. Cafés a dos euros. Gofres de chocolate, nata, azúcar, mantequilla, fresas, helado, mermelada...
... tejados españoles, plazas al atardecer, campanarios enfrentados y lugares para los gremios donde el textil se lleva la palma. Monumentos a sus comerciantes. Clausura para las mujeres que hacen sus votos excepto el de pobreza. Pequeños niños que mean agua.
Mantas en las terrazas. Bicicletas.
Paseos por el canal, a nivel del canal y dentro de él. Castillos. El lago del amor, las putas en escaparates, los niños educados y las madres correctas.

          

Un lenguaje incomprensible que emite la radio del coche. Fuegos artificiales a la orilla del mar, un mar al que, para alcanzarlo, se debe subir la cuesta.
Gatos al despertar. Cervezas de colores y sabores. Camareras que aprenden el castellano y patatas cantantes. Marcos incomparables. Encuentros católicos que colapsan carreteras. Vacas azules.
Cuna de Carlos I de España y amor por Luis Vives.

  

Flores de colores en macetas hechas hilera. Bancos asesinos, sueños con carcajadas y bombones.

  



Para mí, Bélgica es más que chocolate.




miércoles, 9 de marzo de 2011

Estaría genial poder volar

Por favor, Aena, rebajad ese parón, que seguramente se os reconocerán vuestros derechos,
mientras tanto, se suprimen los de todos.


  

martes, 1 de marzo de 2011

Mi nueva postura preferida

En los últimos meses me preguntan muy a menudo si me pasa algo o si me encuentro mal porque paso mucho tiempo callada. La verdad es que no.
Me sienta bien abrir la boca solo cuando lo creo necesario y me ayudo a mí misma a escuchar al resto de la gente. Siento decirlo, pero las personas cada vez nos escuchamos menos. Y no es malo reconocerlo, por algo se empieza.
Desde luego, estoy aprendiendo todavía y he de decir que es gratificante y esimula el resto de sentidos. El siguiente paso que tendré que dar es memorizar lo comprendido para retomar una conversación  aplazada en cualquier momento, pero lo que me resulta impresionante, irrespetuoso y que he llegado a vivir es esa conversación en la que cada interlocutor habla de una cosa difernte con temas completamente dispares.
Por eso he decidido tomar una nueva postura. La postura de escuchante.
El único inconveniente de adoptar esta postura es que, a veces, una siente que pierde el tiempo con ciertos temas que preferiría pasar de largo, pero como hay miles de puntos más a favor, decido quedarme así, por ahora, por un tiempo indefinido.

davidemiguel