jueves, 8 de marzo de 2012

Mujer tenías que ser



Apedrear a niñas sirias desde las azoteas.


-Esa tía ha conseguido el trabajo por estar buena.


Apedrear a las que te dan la mano cuando tienen la regla.


-De qué forma rastrera habrá conseguido "esa" el trabajo.


Apedrear a aquellas que cantan por la calle.


-Te pagamos menos porque no eres tan capaz.


Apedrear a aquellas que conducen.


- Mujer tenías que ser.


Apedrear a las que son infieles.


-A ver si friegas de una vez y haces la cama.


Apedrear a las que salen de casa sin sus maridos.


-¿Te regalo una aspiradora para el cumpleaños?


Apedrear a las que se les ve el pelo.


- No estás preparada para tomar decisiones en una empresa.


Apedrear a las que se les ve el cuerpo


- Si no llevases ese vestido no te tiraría los tejos.


Apedrear a las que hablan con extraños por la calle


-Las mujeres primero.





Al menos nueve de estas dieciocho situaciones las habrán vivido mujeres que lean esto, desgraciadamente, la otra mitad no tendrá la oportunidad de acceder tan fácilmente a las nuevas tecnologías. 

domingo, 4 de marzo de 2012

Si tienes tesoros, cuídalos con cariño


 Con el auge de las redes sociales, la tónica en la que la sociedad tiende a moverse rodea el círculo de agregados, amigos y personas cercanas que uno podría conocer en su entorno. Entiendo que es una buena herramienta para estar en contacto, establecer incluso relaciones laborales y, para una mayoría, conseguir la oportunidad de acabar con ese chico o chica que lleva años tratandole, simplemente, como un amigo.
Sin embargo hay personas con las que no resulta suficiente esa cercanía virtual que palia, en cierto sentido, las ganas de verlas. En ocasiones, fueron muy importantes en un momento de la vida en la que se estableció una fuerte relación, pero que por diferentes circunstancias, la distancia ha separado los caminos.
Caminos que nunca sabrás si podrán volver a juntarse.

Mientras eso pasa o no, quedad con ellas. Quedad con esas personas físicamente y durante un tiempo determinado. Quedad con ellas aunque el momento no sea muy favorable (nunca sabrás si puede haber otro mejor), aunque hayáis pensado en emplear ese rato para hacer otras cosas.
Quedad con esas personas que fueron importantes, y lo siguen siendo, a lo largo de tu vida.

Por mi corta experiencia considero que es lo más gratificante que existe, tener amigos con los que sabes que, a pesar de lo que han vivido, no han cambiado y si lo han hecho conservan su grandeza. Son esos tesoros que, aunque te gustaría pasar con ellos el resto de tu vida y contarles a la cara, día a día, todo lo que te ocurre, sabes que el momento en que los veas te recibirán con una sonrisa, una copa... un café.

Si tenéis la suerte de conservar esos tesoros, cuidadlos con cariño.