sábado, 15 de diciembre de 2012

One Love (I)

Un reportaje periodístico propio fue la causa del reconocimiento profesional que el pasado mes de mayo me otorgó la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León.
Después de siete meses y especialmente por la corta experiencia que aún tengo en el mundo de las letras aún no me creo que alguien haya confiado en mi trabajo tanto como para llevarlo tan alto, más teniendo en cuenta que aún continúo aprendiendo de la gente que me rodea y a quienes considero mis maestros. Nunca tendré las palabras necesarias y suficientes para agradecerlo.

Siempre he pensado que la mejor manera de celebrar algo no se demuestra con objetos materiales sino con experiencias. Mis amigos y familia saben bien mi opinión.
Y eso es lo que hicimos. Después de cinco años sin más de 7 días de vacaciones y contados días libres, decidimos viajar  al país del reggae. ¿Por qué? No lo sabemos, a lo mejor siempre nos había llamado a voces y hasta ahora no lo habíamos escuchado.

Llenamos las maletas de camisetas de tirantes, chanclas, un cuaderno y un bolígrafo. Diez horas hasta Miami y otra hora y media hasta Montego Bay. Allí la diferencia horaria es de -6 horas.

La tarde caía cuando llegamos y simplemente pudimos disfrutar de los entresijos del hotel, la playa, los muelles, el agua tranquila, los 27 grados centígrados fuese la hora que fuese.
Todas las noches, los animadores locales preparaban espectáculos (todo al aire libre) para los huéspedes después de cenar, aunque reconozco que más de la mitad de las actuaciones estaban dirigidas a esos turistas que no salen del complejo en todas sus vacaciones, es decir, jubilados, ricos cansados, mujeres en sus cincuenta en busca de compañía masculina, señores enganchados a las barras libres etc.
La humedad ambiental rondaba el 85%.Ventiladores de techo en contínuo movimiento. 
No había españoles, y de habla hispana diez o doce argentinos-chilenos-colombianos. La lengua oficial es el inglés y la local el Patua. Nobody speak Spanish.

Segundo día: Montego Bay. De los 2,7 millones de habitantes que tiene Jamaica, cerca de un millón viven en la capital, Kingston, y 100.000 en Montego Bay. Las zonas costeras cada vez ganan más habitantes en detrimento de las montañas y el campo ya que el turismo es la principal fuente de ingresos, seguido de la exportación del mineral bauxita para aluminio, el ron y la caña de azúcar y las frutas.
Montego es una de las zonas más turísticas, así como Negril o Port Antonio, sin embargo, el centro de la ciudad y sus calles son otra cosa muy distinta. Los edificios no superan tres plantas de altura, la gente hace vida en la calle y cuando un habitante reconoce a un turista le ofrece todo tipo de cosas, desde un tour a pie hasta marihuana (ilegal en el país) pasando por excursiones en sus coches, venta de artesanía, souvenirs etc. Contínuamente teníamos a un local ofreciéndonos un servicio a cambio de un par de dólares americanos (172 dólares jamaicanos)
Echamos valor y caminamos solos por la ciudad, habrá zonas peligrosas, pero allí el ideal de vida es "Yahmon No problem".
Gente encantadora y muchas diferencias entre la riqueza de la costa y la pobreza de las ciudades o el countryside.
En la plaza mayor de Montego ya instalaban el árbol de navidad y los pequeños salían uniformados de las escuelas. La antigua cárcel de esclavos ahora llena de tiendas y los vendedores ambulantes ofreciendo frutas y tabaco.

Tercer día: Dunn´s River Falls. Conocimos a Fernando y Claudia, una pareja de colombianos que se hospedaba en nuestro hotel y decidimos realizar con ellos un par de excursiones antes de que se fueran dos días después. Contratamos a un chófer local, Richard, encantador, que nos llevó de excursión a las cataratas de Dunn´s River, a la costa de Runaway, Great House y la Bahía donde desembarcó por primera vez Cristóbal Colón en su llegada a la isla, "Columbus Park and Discovery Bay". Paisajes de ensueño y experiencias muy divertidas. Comimos en un local, por supuesto al aire libre en el que se cocinaba el mejor pollo picante de la zona en leña.

Cuarto día: Nine Miles. Mausoleo de Bob Marley.
El movimiento rastafari es un movimiento religioso que considera que Haile Selassie I (Rey Etíope) es la tercera reencarnación de Jah, abreviación de Yahvé, después de Melquisedec y Jesús.
Surgió en los comienzos de los años 30 en los barrios marginales de Kingston y en los sectores rurales adyacentes, siendo la visión social y cultural de Marcus Garvey que inspiró a los rastafaris, que incluso lo consideran una reencarnación de San Juan Bautista y atribuyeron un carácter mesiánico a Selassie. Notable es el gran deseo de sus descendientes de esclavos negros de volver a África, de las aspiraciones sociales y culturales de la comunidad negra. El fin de Selassie era vivir sintiendo el amor que solo el humano es priviligiado de sentir tan gran sentimiento, para ir por un sendero recto y verdadero, siempre con bondad.
Los seguidores del rastafari, conocidos como rastas, creen que Haile Selassie I liberará a la gente de ascendencia africana del mundo conduciéndolos a una tierra prometida llena de emancipación y justicia divina, llamada "monte zion".

Richard, el chófer, practicaba el rastafarismo, pero debido a su trabajo no tenía permitida la estética de rastas y debía llevar camisa. Nos confesó que a veces llegaba a sentirse bastante discriminado por sus creencias.

Camino a Nine Miles, lugar donde se crió la estrella del reggae, pasamos por Brown´s Town (mercado espctacular, pero Richard no nos dejó salir de la furgo por considerarlo peligroso). Conocimos la extracción de las minas de bauxita y la vida de los agricultores de la zona. El primer edificio de Nine Miles es una escuela rastafari que construyó la familia Marley para los niños que vivían allí. No obstante todos se acercan a ti para pedirte un par de dólares incluso se cuelan por los huecos más insospechados (no les dejan entrar a las zonas de los turistas, fue una estampa muy desagradable y un sentimiento de impotencia enorme). Este momento ha sido para mí el más difícil del viaje, se te caía el alma a los pies, además ellos saben cómo llamar tu atención y poner una voz dulce para que no pases indiferente. Cuando salimos de la casa de Bob Marley, en vez de marcharnos como el resto de turistas, decidimos dejar allí cerca de 50 dolares en una de las casas de Rasta-Food. Al menos el dinero de esta zona se queda en la zona y no en los touroperadores externos.

En la casa de Marley nuestro guía fué Captain Crazy, conocido por ser uno de los personajes legendarios y amigo de la familia del cantante. El lugar es como algunas de sus canciones. Lleno de paz. La decoración y las pinturas en las piedras estaban protagonizadas por los colores de la bandera (Amarillo el sol, verde la vegetación y rojo de la sangre africana derramada)
Historias llenas de reivindicación.

Don´t worry about a thing ´cause every little thing is gonna be all right!
To be continued...

sábado, 4 de agosto de 2012

¿Dejar de creer en el periodismo? No, gracias

Mitad del 2012.
Ya hay quien se atreve a decir que el periodismo está desapareciendo en países supuestamente democráticos. Los periodistas están empezando a dejar de creer en su profesión. Los despidos masivos en los medios cada vez son más numerosos.

Mi opinión.
Por favor, no dejéis de creer nunca en el periodismo, nunca en la historia y en momentos peores que los nuestros ha pasado, ahora no va a suceder.
Sí, desgraciadamente el periodismo está desapareciendo en muchos sectores de la sociedad, en el ente público o en las empresas mediáticas aunque haya quien aún no se resigne a creerlo, pero todos y cada uno de los que hemos estudiado esta profesión tenemos un tesoro aún más grande que los números de las tablas económicas o que las decisiones de quienes han convertido la información en un negocio:
 Aún conservamos manos para redactar, voces para contar y cámaras para captar. Las noticias existen, ¡millones cada día! y ahí es necesaria esa persona que, lejos de maquillar la realidad, la cuente con su crítico punto de vista, tal y como la vive, tal y como la procesa y explica después al ciudadano.
Esto, amigos, no podrá desaparecer nunca, es imposibe. Pero el siguiente paso debe tomarlo la sociedad, quienes consumen cada día esas noticias: buscad bien quién queréis que os transmita la información, esas personas existen, desde el ámbito local hasta alrededor del mundo. Buscadlas, seguidlas.
Y, por favor, haced que vivan de ello.

martes, 26 de junio de 2012

Resumen en pocas palabras

-Después de todo lo que ha pasado y te atreves a pasar por aquí, intenta resumir.
-¿Te sirve si me defino?
-Bueno, pero ¿por cuánto tiempo?
-El tiempo siempre tiene sus fases.
-Entonces, inténtalo.

-En una de mis facetas doy noticias para que la gente se acerque a la cruda realidad. En otra, intento hacer que puedan evadirse de ella.

jueves, 8 de marzo de 2012

Mujer tenías que ser



Apedrear a niñas sirias desde las azoteas.


-Esa tía ha conseguido el trabajo por estar buena.


Apedrear a las que te dan la mano cuando tienen la regla.


-De qué forma rastrera habrá conseguido "esa" el trabajo.


Apedrear a aquellas que cantan por la calle.


-Te pagamos menos porque no eres tan capaz.


Apedrear a aquellas que conducen.


- Mujer tenías que ser.


Apedrear a las que son infieles.


-A ver si friegas de una vez y haces la cama.


Apedrear a las que salen de casa sin sus maridos.


-¿Te regalo una aspiradora para el cumpleaños?


Apedrear a las que se les ve el pelo.


- No estás preparada para tomar decisiones en una empresa.


Apedrear a las que se les ve el cuerpo


- Si no llevases ese vestido no te tiraría los tejos.


Apedrear a las que hablan con extraños por la calle


-Las mujeres primero.





Al menos nueve de estas dieciocho situaciones las habrán vivido mujeres que lean esto, desgraciadamente, la otra mitad no tendrá la oportunidad de acceder tan fácilmente a las nuevas tecnologías. 

domingo, 4 de marzo de 2012

Si tienes tesoros, cuídalos con cariño


 Con el auge de las redes sociales, la tónica en la que la sociedad tiende a moverse rodea el círculo de agregados, amigos y personas cercanas que uno podría conocer en su entorno. Entiendo que es una buena herramienta para estar en contacto, establecer incluso relaciones laborales y, para una mayoría, conseguir la oportunidad de acabar con ese chico o chica que lleva años tratandole, simplemente, como un amigo.
Sin embargo hay personas con las que no resulta suficiente esa cercanía virtual que palia, en cierto sentido, las ganas de verlas. En ocasiones, fueron muy importantes en un momento de la vida en la que se estableció una fuerte relación, pero que por diferentes circunstancias, la distancia ha separado los caminos.
Caminos que nunca sabrás si podrán volver a juntarse.

Mientras eso pasa o no, quedad con ellas. Quedad con esas personas físicamente y durante un tiempo determinado. Quedad con ellas aunque el momento no sea muy favorable (nunca sabrás si puede haber otro mejor), aunque hayáis pensado en emplear ese rato para hacer otras cosas.
Quedad con esas personas que fueron importantes, y lo siguen siendo, a lo largo de tu vida.

Por mi corta experiencia considero que es lo más gratificante que existe, tener amigos con los que sabes que, a pesar de lo que han vivido, no han cambiado y si lo han hecho conservan su grandeza. Son esos tesoros que, aunque te gustaría pasar con ellos el resto de tu vida y contarles a la cara, día a día, todo lo que te ocurre, sabes que el momento en que los veas te recibirán con una sonrisa, una copa... un café.

Si tenéis la suerte de conservar esos tesoros, cuidadlos con cariño.



miércoles, 8 de febrero de 2012

Belleza en mitad del caos

Llovía cuando aterrizó el avión en tierra italiana. El resto del día el tiempo nos dejó, al menos, disfrutar de los primeros lugares que nos sorprendieron con la boca abierta. 
En primicia, la Fontana, con su ventana superior derecha pintada... y sus personajes, tal y como había leído en los libros. Las ganas de llorar de emoción se esfumaron con los nervios por inmortalizar el momento junto a otro grupo pequeño de visitantes mientras una chica recordaba entre sollozos la posible ruptura con su pareja a la vez que veía el agua caer por Trevi. 
 La Plaza de España nos esperó vacía, una postal que tal y como me habían dicho antiguos amigos turistas sólo pasa cuando un director de cine graba allí su película o en casos como ese: baja temporada de visitantes y posibilidad de mojarse. Resultaba extraño ver tan desolada la calle en la que se encuentran las tiendas de moda más caras de la ciudad, como si en cualquier momento todo el mundo fuera a salir por algún sitio con sus grandes gafas de sol o los bolsos colgando por la mitad del brazo, pero eso no sucedió hasta un par de días después. 
Un paisano de setenta años con una pequeña coleta blanca y sombrero se paró a hablar con nosotros y nos advirtió que al día siguiente llegarían las nieves. Por nuestra parte, atentos a sus palabras pero sin reparar en las consecuencias, nos despedimos amablemente para continuar nuestro camino a Quattro Fontane y Barberini donde, si no tenemos cuidado, casi nos timan al pedir la cuenta por aquello de que "teníamos pinta de turistas". 
Eso sí, fue en otro restaurante diferente donde pudimos saborear nuestra primera pizza. 

 Debimos hacer más caso al italiano de la coleta blanca. Al día siguiente comenzó el temporal aunque nos dio una tregua para tomar nuestro desayuno con caffé latte y llegar en autobús a los Museos Vaticanos en los que, además, no tuvimos que esperar colas. La majestuosidad de aquellas dependencias es indescriptible, el arte, incalculable y aún más la belleza. 
 Antes de entrar en la Basílica de San Pedro comenzó, al fin, a nevar. Cuando salimos, la plaza ya estaba blanca y un hombre en pantalones cortos y con un Heineken en la mano preguntaba por el paradero del Papa. Comimos cerca del Castillo de San Ángelo y una vez fuera comenzó la aventura: las calles empezaron a colapsarse, el ayuntamiento no echaba sal en las carreteras y nuestros pies empezaron a nadar dentro de las botas. 
Las líneas de autobuses no llegaron, un motero derrapó y cayó delante de nosotros y más de cincuenta personas se concentraron en una sola parada, sin embargo, en nuestro camino al hotel de más de media hora a pie apenas podíamos caminar y no por el hielo de las aceras, sino por los ataques de risa que nos entraron al ver el caos y la práctica paralización de la vida. Pero llegamos vivos después de parar en varias zapaterías, lencerías y haberme caído de culo cruzando la calle delante de una hilera de coches. 
Aún conservo el recuerdo de aquel momento en mi piel. 
Tras esas dos horas de terror en las que nos dio tiempo a cambiarnos de ropa, por fin, pasó lo peor. Llegaba la noche mientras pasaba el deshielo pudimos llegar al Phanteón y a Navona pasando por una Gelatería. La cena fue nuestra recompensa en una pequeña calle llena de comerciales invitándote a probar su gastronomía. 

 La nieve que apareció en las calles al día siguiente fue debido a la nevada nocturna porque a partir de ese momento comenzó a salir el sol. Los romanos salieron con sus hijos a jugar por las calles, otros sacaron su equipo de esquí y los extranjeros nos dirijimos a patear las calles de la ciudad con la decoración de Santa María la Mayor, Della Vittoria, Pablo in Vincolo y el Coliseo. La televisión sacaba imágenes de la gente haciendo sus propios muñecos de nieve, tirándose con bolas o mirando a los foros. Trajano y Vitorio Emmanuelle también dominaban parte del espacio artístico. El barrio bohemio del Trastevere nos esperaba para comer y tras haber pateado gran parte de la ciudad nos dirigimos, esta vez sí, a la Plaza de España para comprar recuerdos y tomarnos un chocolate caliente. 

 Estampas que nunca podrán borrarse y momentos nevados que, si conocemos el transcurso de la historia en esa ciudad, puede que vuelvan a repetirse, probablemente, dentro de 25 años.

miércoles, 18 de enero de 2012

Propósitos

"¿De qué sirven los propósitos? si al fin y al cabo, aquellos que intentamos cumplir a principios de año se esfuman en la primera semana... además, por mucho que nos intentemos convencer de que algo nuevo va a suceder, al final ocurre siempre lo mismo."
No estoy de acuerdo.
Los propósitos al fin y al cabo no sólo son esas palabras banales que siempre coinciden con las del resto y entre las que se encuentra el término "reducción" como "reducción de nicotina en el cuerpo", "reducción de kilos", "reducción de gastos" o "reducción de mala leche", sino aquellos que nos ayudan a que, durante un año más, tengamos motivos por los que seguir viviendo y el principio de esos doce meses es solo un punto de información que nos lo recuerda.


Que un estudiante siga estudiando para alcanzar su meta o que un trabajador siga trabajando para mantener su vida son dos de los propósitos que más abundan y que además se cumplen en casi todos los casos, a no ser que ocurran varias situaciones: que el estudiante deje de estudiar por vagancia o por otros motivos externos o que el trabajador deje de trabajar por vagancia o por motivos económicos de la empresa.


En cualquier caso, no creo que haya gente que pida como propósito continuar en su puesto de trabajo sin dar palo al agua porque, si su propósito se acaba cumpliendo, no encontraría ninguna diferencia entre esa situación y la de robar.
Y aún no conozco a nadie que, en público, haya reconocido ese propósito.