viernes, 15 de octubre de 2010

Tiene gracia... creo

Hay un señor que tiene una vida normal, una familia normal, una casa normal, pero un trabajo arriesgado: ser minero. 
Muchas veces el riesgo no sólo lo corre bajo la tierra sino que allí arriba, en la superficie, decide seguir a su corazón y empezar una relación amorosa con otra mujer sin dejar a su esposa y sin que ninguna de las dos afectadas sepa que comparten varón.
Un día el minero se queda atrapado bajo tierra, con 32 compañeros más de trabajo. El minero, después de dos meses de preocupación familiar y parental... sale de su agujero. 
Y, entre abrazos, sollozos y sentimientos incomprendidos sólo puede pensar en una cosa. 
"Tierra, trágame".
De nuevo.