martes, 14 de diciembre de 2010

Y los detalles que no recuerdo


Ordenadores que no encienden y si lo hacen son muy caprichosos o cómo escapar de la incertidumbre de conocer si muchos de los recuerdos podrán desaparecer en un momento, pero no, eso ya no pasa con estas nuevas tecnologías que nos están volviendo locos y además tienen la capacidad de demostrarlo. Eso parece ¿no? 
He aquí, al menos, una.
Personas exigentes que exigen a quien se exige mucho, es buena convinación mientras la capacidad física está en forma. Y te invitan a conocer nuevas caras y nuevos escondites de un lugar por el que pasamos cada día y no nos habíamos parado a observar. Somos personas ignorantes, aunque no es malo, cuando se elige conocer algo se está descartando saber otra cosa.
Cafés que no se pueden tomar con las manos llenas, en conversaciones interrumpidas por la rapidez del tiempo que pasa y ya volvemos a nuestros puestos. Y aún no he terminado el postre.
Cintas que se pierden, llamadas que no contestan, ahora sí, ahora más tarde y entre medias alguien que invita a su fiesta, tiene buena pinta, aunque otra llamada deja pensar que quien está detrás quiere mimos de una persona que se fue para siempre.
Personas humildes que cambian su status y se vuelven desconocidas.
Viejos conocedores del séptimo arte con los que da gusto discrepar de películas que resultan geniales después de un día lleno de momentos.
De momentos que sí, que se me han pasado volando.





2 comentarios:

  1. No sabés cómo me interesó tu blog!!! No, es muy profundo!!!

    ResponderEliminar
  2. Mensamientos dispersos intentando hilarse unos con otros, hablando de esos pequeños detalles de los grandes momentos. Me encanta.

    ResponderEliminar