sábado, 15 de mayo de 2010

A la espera


La capital me recibió triste, lluviosa y helada, pero se despidió de mí con un sol radiante. Espero que nada tenga que ver mi marcha con su estado de ánimo y sean las fiestas de San Isidro la causa de esta tregua temporal, que, espero, sea definitiva.
Creo que el azul del cielo hoy es capaz de reflejarse en alguna de las calles. Aún así, echando la vista hacia atrás, pienso que el frío no ha sido capaz de amedrentar mis ánimos; y es que hay quienes te arropan con tanta fuerza que no eres capaz de sentirte una persona indefensa incluso en la gran ciudad. Eres capaz hasta de olvidar por momentos la tensión del viaje y sus verdaderos fines.
Cuando te sientes a gusto con lo que haces, cuando la mano familiar te presta mucho más de lo que puede y consigue que no desaparezcan tus esperanzas… puede que sea el momento de agradecérselo. Mucho. Y al volver, vuelve el estrés, la espera, los apuntes y quienes siempre te esperan con una sonrisa.

Me gustaría ser ese mago Australiano que se coloca en la mitad de la Plaza Mayor y, sin saber si alguien le estará entendiendo al hablar, comienza su show en el que, delante de todos los espectadores, dos ayudantes le rodean el cuerpo de plástico envolvente y lo rematan con una cadena de hierro. A partir de ahí, el mago se encuentra solo. Delante de todos. Un niño sale a ayudarle y él se niega porque el suspense es parte del espectáculo. Finalmente, consigue deshacerse de todo aunque eso implique quedarse en unos graciosos calzoncillos. Pero es el riesgo que tiene que correr. Cuando termina el espectáculo, todos tienen un euro para darle y decirle, sin palabras, que vuelva otro día.
Ojalá volviera otro día. A Salamanca, o a Zamora. Que se viniera conmigo, que en cada parada hiciese un nuevo truco.

Puede que vuelva, si no es él, que sea su ilusión y sé que todo se basa en la espera. Esa maldita palabra que hace que te muerdas las uñas y que, si no se va nunca, es capaz de dejarte una ansiedad difícil de superar.




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3 comentarios:

  1. Desespera la espera,pero si es esperando algo bueno o a alguien seguro que cuando llegue será mucho mejor...
    Un besito Luciii

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  2. No nos queda nada Lucía..que agobio mas grande por dios jajajaja
    ;)

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  3. Sobre la entrada anterior: la Bruja de Portobello (P.Coelho).
    ¡Beso, peke!

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