martes, 26 de abril de 2011

Aquellos festivales de Mallorca...


 "He sido el primero que he desayunado, ¡cómete un cagado!" gritaba Rubén en la entrada del buffet del Taurus al lado de aquellas gelatinas de fresa, kiwi y helados para desayunar mientras nosotros, con ojeras y la ropa blanca a medio poner nos disponíamos a tomar un poquito de leche con cola-cao para activarnos.
Éramos tan pequeños y nos creíamos tan grandes...
El festival de Mallorca era uno de los viajes más esperados por Doña Urraca, no era como las europeades, sino que íbamos en serio, un concurso, ni más ni menos. Nuestro grupo fue dos años, pero el primero sin duda lo recuerdo con mucho cariño. Aquel hotel en el que más de uno casi se parte la cara pasando de terraza en terraza, el jacuzzi y la piscina climatizada, el patio de kilómetros o las vistas al mar. 
Monkilito.
La boda de César y Estela, con Alberto de párroco.
Era todo un reto para nosotros poner esa fuerza y esas ganas en la actuación que finalmente nos costó el primer premio, además, teníamos que actuar en varios puntos de Palma, eso sí, sin agobios, porque la playa y los paseos por los chiringuitos también están presentes en mi memoria.
Hoy he vuelto a abrir el álbum de fotos y me he asustado de ciertas cosas, la primera, la ropa y los modelitos de hace ocho años. Todos muy guapos y veraniegos. La segunda, las caritas de niños que tenemos todos y el tiempo que ha pasado desde aquella foto en el pasillo.
Mallorca, al igual que otros viajes urracos, era el lugar de las vacaciones tras la Semana Santa, la oportunidad para ir sin papás de viaje o las ganas de seguir bailando.
Las ensaimadas recorriendo la cinta transportadora de maletas de Barajas.
Los georgianos que buscaban esposa para casarse. 
Las "buenas noches Lara".
Tengo muchos recuerdos vivos, como por ejemplo la entrega del trofeo al grupo y nuestras caras llorosas sin saber qué hacer. Pero otros algo más difuminados, como algunos lugares o zonas de la ciudad que ahora mismo me costaría reconocer.
Lo cierto es que todo mereció la pena.
El segundo año no fue tan glamouroso, pero recuerdo a unas compañeras de habitación ejemplares, aunque al principio, a Patricia y a mí nos tocara separarnos "por sorteo".

Ahora los urracos pequeños están en Mallorca y todos esos recuerdos vuelven otra vez a aflorar, espero que pasen tantas experiencias buenas como nosotros y, sin duda, tengan su merecido reconocimiento que estoy segura, lucharán por él.


3 comentarios:

  1. Madre mia...qué de años han pasado desde todo aquello. Y esa ilusión con la que fuimos no nos la quita nadie.
    También recuerdo lo bien que lo pasamos en el jacuzzi con las chicas del grupo "Ara" de Madrid, esa lucha que teníamos y la cara que se les quedó cuando dijeron que nosotros éramos los ganadores...
    Grandes viajes, con grandes personas.
    Un beso Lu.

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  2. FELICIDADES A LOS PEQUEÑUELOS QUE POR LO QUE PUDE SABER LES FUE MUY BIEN :)

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  3. Hola Lucía!

    llevo un tiempo sin pasarme por tu blog!... He tenido un par de meses complicados con el tiempo... Junio y julio me vienen más tranquilos (en principio) y prometo pasarme con mucha más calma por aquí!

    Un abrazo!

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