martes, 30 de marzo de 2010

Me gusta volver


Me ha encantado aprovechar una de mis mañanas semanasanteras para salir sola a la calle, tomar el aire acompañado de sol y visitar a mis compañeros del verano pasado.
Que María me abra la puerta con una sonrisa y baje a por su segundo o tercer café conmigo. Que Juncal se una a la velada aunque esté de vacaciones. Ver cómo Uxu trata a los invitados y se maneja en su puesto. Pepe corriendo de un lado para el otro mientras toquetea el teléfono móvil con impaciencia... y Chema y su Funky.
Prometo volver para visitar a quienes no estaban.

Ha sido una mañana entrañable, al menos para mí. Cada vez que vuelvo hace que, si durante la carrera hay cosas que te desaniman, ese lugar es capaz de recordarte cada segundo que lo que estás estudiando es lo que más te gusta, porque cada una de las partes que lo componen son especiales. Entiendo que quienes trabajen cada día en este trabajo no tengan la misma opinión, pero yo sigo pensando que hay magia, se llame como cada uno quiera llamarla. Para unos negocio, para otros, "lo que hay".

Tres mujeres esperaban en la entrada del estudio para tomar parte en una tertulia. La presidenta de la Banda de Música, una componente del Coro Sacro y la mayor representante de la cofradía de Nuestra Madre. Todas ellas para hablar de sus experiencias y su conocimiento de la Semana Santa en la ciudad desde el punto de vista de una mujer con experiencia.
Yo nunca he sido cofrade, simplemente, algo conocedora de la Semana Santa de a pie, por eso y debido a esta mínima veteranía no sé si tengo siquiera el menor derecho a dar mi punto de vista. Pero, al final, todas acabamos hablando en el estudio y yo, no sólo estuve atenta a los temas que se se trataron allí dentro, sino que me vinieron a la cabeza los tres meses que pasé en aquel lugar, las prisas, las confusiones y, en ocasiones, las lágrimas que hacían que después me calmase un poco antes de seguir trabajando. Al fin y al cabo, en ese lugar he aprendido mucho.

Me alegro de haber vuelto. Prometo hacerlo de nuevo y, si en algún momento de mi vida abandono esta ilusión que aún tengo por la profesión por la que estoy luchando, creo que, al menos la radio, no se merece que vuelva a mirarla a la cara. Aún así, tengo muy claro que no seré yo quien la traicione.




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2 comentarios:

  1. ¡Qué suerte tener algo que te levante el ánimo! Espero este verano hacer prácticas y poder decir lo mismo, porque lo que es ahora estoy más aburrido de la carrera que otra cosa. En fin...

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  2. La ilusión es el engranaje que mueve todo. Cuando te falta... el motor no funciona.

    Y sí, volver tiene un algo de no sé qué que no sé cómo te hace seguir adelante.

    ¡un abrazo!

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