sábado, 27 de marzo de 2010

Respetar no es poner la otra mejilla

Cuando eres pequeña tus papás te dicen que hay que tener respeto por las personas, que no importa si se meten contigo, que tú tienes que ser lo suficientemente responsable como para no entrar al trapo.
Afortunadamente, nunca he sufrido acosos o bullying como mucha gente en los colegios, pero bastantes niños han pasado por eso, incluso en mi centro escolar. Se empieza por frases sutiles que el agresor lanza al acosado y se termina por grabar las palizas en el teléfono móvil (eso no lo he llegado a ver, pero tampoco me explico por qué dentro de ese grupo de especatadores la gente no hace nada, supongo que hay que estar allí para vivirlo)

Existe también un prototipo de persona que aún no entiendo. Yo lo llamo el "acosado feliz". Es esa persona, que aún a nuestra edad, tiene un comportamiento que a muchas personas no le agrada, es monotemático en las conversaciones, se sumerge en sus propios asuntos sin escuchar nada más y se ríe cada vez que se meten con él. Pero no cambia su actitud aunque directamente se lo digan a la cara. Me imagino que ese tipo de personas, para mi respetables (cada uno es como es aunque a veces ponga nervioso) tienen como mecanismo de defensa esa risa para alterar a quien se está metiendo con él.
Cada uno tiene su forma de pasar de lo que no le interesa.

A lo largo de mi vida yo no me he sentido rechazada cuando intentaba entrar en un grupo social, pero siempre hay quien no soporta cómo eres. A eso no le veo lo malo, simplemente no se puede caer bien a todo el mundo. La cuestión es cuando la persona se mete contigo, pero de forma tan sutil que no puedes rebatirla.

Por eso voy a hacerles caso a mis padres y sobre todo, tener respeto por la gente. Eso sí, un respeto que, por mi parte, bajo ningún concepto, incluya poner la otra mejilla.




__

3 comentarios:

  1. jeje me imagino que hablas de la gente de la que hay que pasar... ;) así que a vivir y de lo demas no preocuparse

    ResponderEliminar
  2. Por supuesto que no es poner la otra mejilla... respetar es aceptar a una persona con sus ideologías y su manera de ser, siempre y cuando no te falte al respeto a ti.

    ResponderEliminar
  3. Genial texto Lucía... me has tocado la fibra, y es que, a veces, después de que la gente no tenga respeto hacia tí, tú si lo tienes por ellos, y al final eso acaba haciendo mella en el tiempo sin que te des cuenta, en las relaciones con otras personas.
    Y eso que aquello pasó hace muchos años.

    Me quedo con la última frase.

    :)

    ResponderEliminar