sábado, 10 de abril de 2010

Placer del verano anticipado


A veces, el principio del verano llega más pronto de lo esperado y es que me encuentro escribiendo en tirantes. En una galería con vistas, con muchas vistas, una mesa de cafetería y, al lado, un armario repleto de libros escritos a varios idiomas.
Despúes de comer hemos decidido pasear por una tarde llena de gente, aunque seguramente la noche se encuentre completamente vacía, menos en los bares. Porque el fútbol siempre mueve montañas, estemos o no de vacaciones.
Además, suenan gaviotas, pero no hay mar... y las campanas de la catedral parecen despertar cada media hora. Es realmente bonito. El aire que anuncia el fresco de la noche parece que se está despertando, pero hay quienes se duermen en la sombras que forman los pequeños árboles que están bajo nuetros pies dentro de un patio que hace las veces de cafetería... y tiene una fuentecita en el centro.

Hay niños y excursionistas. Personas del Imserso que vienen a ver al Apóstol. Boy Scouts. Payasos y gaiteros. Mimos. Sacerdotes. Muchas colas.
Y, por supuesto, peregrinos.
Debería quedarme en esta galería para siempre, pero todo lo que veo desde aquí está esperando que vaya a visitarlo y, aunque haya recorrido mucho, tengo la impresión de que no me va a dar tiempo. Dame unos minutos. Un hombre acaba de entrar en la galería:
-Buenas tardes.

Después de escribir se me ha acabado el refresco, voy a tomarme otro.


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2 comentarios:

  1. disfrútalo mucho que ya se acaba :)

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  2. Dile a Santiqguito de mi parte, que en Junio voy a verlo. Que se lo debo...
    Un beso.
    Cess

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