miércoles, 28 de abril de 2010

Intenta respirar


Lleva tiempo ahogado. Y es que el aire está cargado y ahí dentro no se regenera. Por muchos objetos que utilice para hacerlo mover, no es capaz de encontrar más oxígeno y sin él no puede pensar, ser, estar.

Debería salir, pero no sabe dónde está la puerta.
Pregunta una y otra vez. Y la gente le mira, es amable, pero él no es capaz de reconocer qué es lo que le están diciendo, no entiende su idioma. Tampoco ellos se comunican con alguna otra señal.
Vuelve al punto de partida, busca la puerta. En vez de eso se encuentra encerrado entre cuatro paredes de color gris plomo, frías y llenas de luces fluorecentes que asemejan la habitación de cualquier interrogatorio. Estaba harto de interrogatorios.

Después despertó sudando. Intentó dormir, pero cada cuarto de hora, el reloj de pared le avisaba que aún no había vuelto a conciliar el sueño.
Y decidió recorrer la casa a oscuras para llegar cuanto antes a la nevera... y meterse dentro si hiciese falta.


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2 comentarios:

  1. Y eso que aún no ha llegado el calor de verdad, ya verás este verano, vamos a pasarlas canutas.

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