domingo, 18 de abril de 2010

Trece ochomiles... de mil en mil



Me gustaría tener el valor de Edurne. Sus ganas, su fuerza, su respiración y, sobre todo, su afán para no rendirse. Ojalá pudiera coronar, me conformo con uno, algún ochomil a lo largo de mi vida... ¿En las montañas de Oriente Medio? Puede ser. Martín Ramos casi lo consigue en el Karakórum de no ser por el tiempo. Aunque a mi madre le daría un infarto. Pero a mí la risa. Una chica que, en vez de hacer una corresponsalía, se mete por ocio en las montañas, según algunos, llenas de terroristas islámicos. O gente que te ayudaría.
Por ahora me conformaré con hacer "miles o dosmiles" en mi país. No sé si sería buen momento porque la nube de restos volcánicos se aproxima poco a poco, pero dicen, no se ve desde aquí abajo. Aún así, me encantaría experimentar qué se siente cuando uno llega a la cima. Me imagino que será igual que cuando terminas un duro trabajo, alcanzas la meta o te dan una buena noticia. Todo eso junto, pero mucho más excitante, estoy segura.
Con amigos y familiares hemos hecho muchas excursiones hasta llegar a las zonas más altas de alguna sierra castellanoleonesa. No tiene mucho que ver, pero por algo se empieza.
Ya me quedan menos metros.


___

3 comentarios:

  1. Las verdaderas cimas son las que se alcanzan día a día... aunque sólo nos demos cuenta cuando ya hemos llegado a ellas

    muak :)

    ResponderEliminar
  2. A mi me gustaría que si de verdad alcanzases un 8mil, no lo hicieras como Edurne o Juanito, y sí como lo hace Martín Ramos, o mucha gente anónima.
    No le quito mérito a Edurne, pero ir a coronar un 8mil con una expedición de 15 tíos que te suben TODO, te abren huella, y casi te llevan a "costiñas", porque tienes la suerte de caer en gracia, y de que te financien todos los viajes, pues oye...
    Igual que le pasa a Juanito.
    Me parece mas meritorio lo de la gente anónima, que se costea su viaje (y es muuuuuuuuuuucha pasta), que se monta sus campos bases, que se abre sus huellas, que sube su material, etc,etc...
    Así que si algún día subes hasta allá arriba, que sea real!!!

    Un besazo, Lu.
    Cess.

    ResponderEliminar
  3. Lucía, ¿sabes qué significa Edurne?

    Pues eso, Nieves.

    ResponderEliminar