viernes, 30 de abril de 2010

Mejor mañana



Me he prometido poder actualizar a diario, me gusta. Pero hay veces que el tiempo material puede más que todo lo que te apetece escribir.



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miércoles, 28 de abril de 2010

Intenta respirar


Lleva tiempo ahogado. Y es que el aire está cargado y ahí dentro no se regenera. Por muchos objetos que utilice para hacerlo mover, no es capaz de encontrar más oxígeno y sin él no puede pensar, ser, estar.

Debería salir, pero no sabe dónde está la puerta.
Pregunta una y otra vez. Y la gente le mira, es amable, pero él no es capaz de reconocer qué es lo que le están diciendo, no entiende su idioma. Tampoco ellos se comunican con alguna otra señal.
Vuelve al punto de partida, busca la puerta. En vez de eso se encuentra encerrado entre cuatro paredes de color gris plomo, frías y llenas de luces fluorecentes que asemejan la habitación de cualquier interrogatorio. Estaba harto de interrogatorios.

Después despertó sudando. Intentó dormir, pero cada cuarto de hora, el reloj de pared le avisaba que aún no había vuelto a conciliar el sueño.
Y decidió recorrer la casa a oscuras para llegar cuanto antes a la nevera... y meterse dentro si hiciese falta.


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Un poco de paz en momentos de estrés




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lunes, 26 de abril de 2010

Cosas buenas


Qué bien haber creado este blog porque me está aportando cosas buenas. Muy buenas. Debo dar las gracias de nuevo a Lauri.
Realmente, siempre ha sido ella, siempre es ella.
En Zamora logró que los jóvenes nos volviésemos a unir en sus fiestas. Ahora puede lograr otra muy gorda sin apenas haberse dado cuenta.
Gracias Lauri.



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Como tomates

Hoy hemos planeado eso que se llama una "ruta turística en la que la gente cobraría por mostrar". Pero nosotros no. Todo ha ido bien, hemos calculado los tiempos, las pausas... todo. Los clientes al final han estado satisfechos, la pena es que sólo duró un día y que no son muy exigentes porque, al fin y al cabo, son tu propia familia.
De la playa a la montaña, de los acantilados a los valles y de las bajuras a las alturas, con cafés por el centro y terracita para comer.
Es cierto que estaba planeado, pero si en un día se pueden ver tantas cosas, ¿por qué no hacerlo más? yo me apunto, eso sí, las jornadas agotadoras seguramente no nos las quite una ruta más dosificada. Cuanto más se ve, más te gusta ampliar las fronteras.
Otra cosa buena que puede sacarse de todo esto: no es necesario llevarse el bañador para que el viento y el sol bronceen tu cara, aunque, para ser sinceros, la tenemos como el tomate. Nadie nos había avisado que antes de verano la piel puede teñirse de color. Aunque por ahora no sea muy bonito.





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viernes, 23 de abril de 2010

El funicular

Me encanta ir a los parques de atracciones. Cuando era más pequeña me subía en todas las máquinas habidas y por haber, pero hoy me he metido en un funicular.
Y me he mareado.



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jueves, 22 de abril de 2010

Pues a mí no

Ha ganado el festival Notodofilmfest de este año. A la gente le gusta mucho por su calidad en cuanto al reportaje, sus imágenes, su narración y el guión.
Pues a mí no.
Según lo estaba viendo sabía cómo iba a acabar y además, ya he hablado de este tema y no me quiero poner pesada, no me gustan muchas de las imágenes que salen. Si hay algo que valoraría mucho es la narración y cómo puede compararse. Lo demás no me gusta.

-¿Qué pasa que tú lo harías mejor?
- No, a mí ni se me habría ocurido y además, seguro que ha habido mucho trabajo detrás, pero puedo opinar. Igual que no me parece mal que haya a quienes le gusta.







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En la cantina


En un primer momento parecía como si Calamaro estuviese allí junto a él, mirándole seriamente y con un teclado en medio del bar mientras le cantaba a sus desgracias amorosas.
Acababa de tomarse la sexta, pero toda su ira estaba concentrada en el brazo derecho que, después de apoyarlo sobre la mesa en un golpe seco, el vaso que tenía en su mano se transformó en una vidriera de cristales que le arañaban las manos. Hacía tiempo que el dueño le había amenazado con echarlo del local, pero cuando sólo tienes un cliente con el que lucrarte en un período corto de tiempo, hasta que los daños no sean mayores que los beneficios, nadie moverá un pelo.
Todo por culpa de aquella mujer que encontró en otro lo que no le daba él. O que simplemente se encontró a sí misma.
Seis copas no eran suficientes para olvidar y sus lágrimas, al menos, rebajaban los grados y el color rojo que acababa de crearse en la mesa mientras el sol comenzaba a colarse por entre las cortinas.

Se preguntaba qué habría hecho mal. Siempre le había dado todo lo que estaba a su alcance, habían compartido su piso, su vida. Ella era suya.


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Tan sólo unas horas antes su brazo derecho tenía esa misma ira contenida, esa rabia que empleaba en ella, para que supiese distinguir entre lo que estaba bien y lo que no. Como un padre pega un azote a su hijo, con la diferencia de que al pequeño no le va a volver a suceder porque, primero, ha aprendido que el mal no se debe hacer y segundo, porque su padre no vuelve a tocarle.
Ella no había hecho el mal, ni sería la última vez que él le pusiese la mano encima. Pero no lo sabía.


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martes, 20 de abril de 2010

20 de abril del 10


Hola chata ¿cómo estás?
No te desesperes, seguro que pronto puedes dormir en tu casa, aunque, por ahora, te quedes en Barajas. Otra opción puede ser viajar en autobús cuando suban quienes ya habían pedido billete antes.
Lo cierto es que muchos de nosotros ya hemos pasado por esto, no por el hotel del aeropuerto, pero sí por más de 48 horas recorriendo Europa por tierra. La diferencia está entre el ocio y el negocio.
Si vienes de vacaciones, con tranquilidad. Si vas, con más ganas puedes cogerlas después. Si eres jugador de fútbol, un buen masaje puede recompensar el recorrido, pero si trabajas fuera, quizás sería bueno matar el tiempo, hacerte amiga de tus compañeros de viaje y comprarte un gran número de juegos de mesa, chicles o somníferos.
Hay hechos que paran el mundo y si no es entero, la mitad. Muchos dicen que tantas precauciones no son necesarias, otros, que más vale prevenir que lamentar caídas en picado.
Y la tierra se está volviendo loca, o no.
Quizás somos nosotros quienes corremos más rápido que su propia rotación o que no sabemos ir con ritmo por la vida, a su ritmo. Aquellos actos que las personas no somos capaces de controlar, sean buenos o algo menos buenos, son actos inevitables. Como morir.
Por eso es mejor que aproveches el viaje, seguro que, al final, no te arrepientes de que haya sido tan largo.



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lunes, 19 de abril de 2010

Bajo la caldera


Aquí dentro hace mucho calor, pero no es culpa de la caldera. Creo que me estoy ahogando.
Antes de salir de aquí necesito abrir la ventana y alguna puerta también.
Ya está.
Me están mirando desde el otro lado. Es una mujer que sobrepasa la edad de jubilación por poco, tiene rulos en la cabeza y un cepillo en la mano. Creo que no sabe de dónde vienen los gritos, pero es mi prima que se ha pasado uno de los peores niveles de un juego absurdo de plantas y zombies que crea demasiada adicción. Se le oye desde el sofá. Aunque, ahora que lo pienso, no es este lado del edificio lo que le causa curiosidad, son las braguitas de una vecina. Vaya, por la forma en que las está mirado diría que en su casa la colada está muy lejos de parecerse a la de su compañera de al lado. Acaba de esconderse y ahora mira por detrás de la ventana, como yo, pero ella continúa observando la ropa interior. Yo me escondo. Creo que vuelve a salir; y ahora está mirando para todos los lados. Ya no me ve.
Está agarrando el cepillo de barrer por el lado de las cerdas y el otro extremo está sobrepasando los límites de su terraza hasta llegar al tendedero de al lado. Casi... casi... las cogió.
Las braguitas se deslizan por el palo del cepillo y en un movimiento reflejo, la vecina ha desaparecido con ellas entre los cristales.




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domingo, 18 de abril de 2010

Trece ochomiles... de mil en mil



Me gustaría tener el valor de Edurne. Sus ganas, su fuerza, su respiración y, sobre todo, su afán para no rendirse. Ojalá pudiera coronar, me conformo con uno, algún ochomil a lo largo de mi vida... ¿En las montañas de Oriente Medio? Puede ser. Martín Ramos casi lo consigue en el Karakórum de no ser por el tiempo. Aunque a mi madre le daría un infarto. Pero a mí la risa. Una chica que, en vez de hacer una corresponsalía, se mete por ocio en las montañas, según algunos, llenas de terroristas islámicos. O gente que te ayudaría.
Por ahora me conformaré con hacer "miles o dosmiles" en mi país. No sé si sería buen momento porque la nube de restos volcánicos se aproxima poco a poco, pero dicen, no se ve desde aquí abajo. Aún así, me encantaría experimentar qué se siente cuando uno llega a la cima. Me imagino que será igual que cuando terminas un duro trabajo, alcanzas la meta o te dan una buena noticia. Todo eso junto, pero mucho más excitante, estoy segura.
Con amigos y familiares hemos hecho muchas excursiones hasta llegar a las zonas más altas de alguna sierra castellanoleonesa. No tiene mucho que ver, pero por algo se empieza.
Ya me quedan menos metros.


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viernes, 16 de abril de 2010

Impotencia

A veces, es mejor desayunar con joyas de fantasía.
Con ellas tienes la garantía de que a nadie les van a interesar demasiado y así, no te intentarán robar, en cambio, los diamantes son muy golosos. Cualquiera puede darse cuenta de que los tienes e ir detrás de tí a por ellos. Eso si no has sido tú el que los ha mangado primero.
En esta vida hay gente que se queda con diamantes ajenos para poder disponer de toda clase de lujos o lo que es peor, para dar rienda suelta a la técnica del "aparentar".
Tengo impotencia de ver ciertas cosas que enfadarían a más de uno y no poderlas publicar, primero, por respeto, segundo porque no me gustaría meterme donde no me llaman. Pero si es justo que la gente conozca la verdad, entonces, simplemente me ataría la falta de más pruebas físicas, el título universitario y la experiencia.
Creo que así es como empieza uno a "hacer amigos" en esta profesión.
Yo me equivocaba-equivoco-equivocaré miles de veces a la hora de hacer ua u otra redacción y en miles de cosas más, pero la verdad es que el tiempo pone a cada uno en su lugar y las personas que no se conforman con joyas de fantasía para desayunar, después, puede que tomen dos tazas.



En cuestiones personales también existe cierta impotencia (esta es compartida) Conoces cosas de otros sujetos, tienes pruebas feacientes, pero también la suficiente templanza como para olvidar poco a poco. Porque, en este caso no hace falta publicar nada. Todos los implicados lo conocemos.
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jueves, 15 de abril de 2010

Dilema vegetal


Mi tía Conce me ha regalado una enredadera. La tengo en mi terraza.
Es una planta que, por ahora, tiene dos flores rojas y de la maceta salen unos palitos para que sus hojas sigan creciendo en ese sentido cuando crezcan.
Nunca antes había tenido una enredadera y no sé cómo cuidarla. En mi terraza da el sol durante casi todo el día y hasta algunos geranios se estropearon años atrás durante el verano.
Dicen que no es bueno regarlas mucho porque pueden pudrirse, pero con el sol y el calor seco del interior pueden llegar a tostarse.
Sería buena idea llenar el plato bajo la maceta para que guarde humedad, pero ahora está lloviendo. ¿Y si le desaparecen las flores? Sería una pena porque es lo más bonito de la planta.
Y tendré que abonarla alguna vez o quitarle los bichos que pueden salir en la tierra para que no se ponga enferma. ¿Y si viene un pájaro y le muerde las hojas? mi planta también podría desaparecer. Pero no la puedo meter en casa. Es una enredadera. Tampoco puedo dormir con ella porque me quitaría el oxígeno por las noches.
¿Y si crece tanto que llega a cubrir parte de la fachada? mis vecinos la cortarían. Además, una vez acabe la estación estival, en invierno podría helarse.

Pero no se puede morir. Tengo que cuidar mi planta. La planta que me regaló mi tía Conce. Eso está claro. Pero no sólo eso, debo hacer que, en vez de dos, cuente con más flores esta primavera. Para eso tendría que dejar de salir, dedicarme a cuidarla, no quedar con mis amigos. Cortar con mi pareja. Dejar la carrera.

¡Vaya! Sabía que el regalo de mi tía Conce era más que una planta. Lo que ella regala siempre es más que eso. ¿Sería capaz de hacer todo eso por la enredadera?
Yo no, es una pena.
Admiro a quienes son capaces de dejar tantas cosas importantes por hacer algo o cuidar a alguien que, para muchos, desgraciadamente, aún vale menos que un vegetal.

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miércoles, 14 de abril de 2010

Tía, no te saltes el eje

Parece mentira. Hay situaciones que te ocurren a lo largo de la vida que no esperas volver a experimentar de nuevo, por lo menos, no para que te sirvan de tanta utilidad que hasta te toque estudiarlas. Hoy ha sido el caso.
Hace días, El Cuaderno de Lauri me "robó" un vídeo que había publicado anteriormente en una de mis entradas. El cortometraje "Llama ya".
Una de las actrices que aparecen es Esther Rivas y Lauri me confesó que le gustaba mucho cómo actuaba y, a la vez, me recomendó en esa misma entrada otro cortometraje en el que actuaba ella: "Tía, no te saltes el eje".
Esta misma mañana acabo de ver este corto en clase y es que nos toca estudiar precisamente que, si queremos hacer una buena grabación y darle continuidad a lo que explicamos mediante los planos, no podemos "saltarnos el eje", es decir, debemos grabar de tal forma que la posición de las cámaras no superen los 180º dentro de una acción. Qué mejor forma de entenderlo que con este video.
¡Gracias Lauri!







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martes, 13 de abril de 2010

Sol en la ciudad de la lluvia


En muy pocas ocasiones he tenido un capricho especial o preferencia para hacer turismo en una ciudad y no en otra, pero este año pensé que merecería la pena visitar Santiago de Compostela en su año Jacobeo y más en estas fechas que acuden tantos peregrinos y el paraguas no es un complemento para meter en la maleta.
En cuanto al Camino, no se puede querer todo. Y para eso es necesario tener libres, al menos, dos semanas de tu vida. Con tranquilidad.
Cuando era pequeña pude visitar esta ciudad en verano con mis padres, pero apenas me acordaba. Ha sido una pena que la puerta principal de la Catedral estuviese en obras por dentro porque, después de la lata que nos daba nuestra profesora de arte en el colegio con esa portada, no sé si me hubiera perdonado no verla.


Las imágenes en la Puerta Santa. Había una cola enorme de peregrinos y visitantes desde la entrada hasta las escaleras de la plaza de Platerías... todo para abrazar al Apóstol. Me llamó la atención la cantidad de policías y agentes de seguridad que vigilaban el entorno.


La gente ya no sabe qué hacer para ganar unos euros en la calle. Este perro vestido de peregrino ladraba con todas sus fuerzas desde el descansillo de una puerta. Claramente, se notaba que estaba bien atado para que no pudiese escaparse, pero pobrecillo.


El Botafumeiro de la Catedral. Tuve mucha suerte cuando entré a verla, justo en ese momento estaban en misa y no cabía ni un alfiler, pero me encontré de frente con los sacerdotes que se encargan de mover y controlar ese incensario. Justo en ese momento comenzó a moverse de uno al otro lado hasta casi rozar el techo.
Según la historia, este Botafumeiro tenía la finalidad de evitar el olor que desprendían los peregrinos al dormir en la catedral tras sus largas jornadas de peregrinación. Vuela a 25 metros de altura y a una velocidad de 70 kilómetros por hora.


No debemos olvidar los productos típicos de la tierra galega. Es increíble la cantidad de tiendas de alimentación y, sobre todo, de souvenires que uno se puede encontrar cada tres metros.


El gaitero del arco. Creo que pasa allí gran parte de su vida, lo que ocurre es que, a mí me encanta el sonido de la gaita, pero relamente llegaba a producir dolor de cabeza.


Las Marías. Es la escultura más emblemática y más fotografada de la ciudad. También son conocidas como "las dos en punto", eran dos mujeres compostelanas que vivían de la caridad y que transgredieron ciertas normas de conducta de los años 1950 y 1960, eran solteras y vestían y se maquillaban con colores excesivos. Se encuentran en el paseo central del Parque de la Alamenda. Si te adentras a pasear por él, Valle Inclán también te recibirá sentado en un banco.



Hay algunas calles que te hacen sentir claustrofobia.


La mítica y típica concha y la cruz de Santiago.



La Plaza del Obradoiro.


El año Jacobeo siempre se produce cuando la festividad de Santiago Apóstol cae en domingo, es decir, el 25 de julio. Su periodicidad, por lo tanto, es de 6-5-6-11 años porque contamos con años bisiestos. De no ser así, el Jacobeo sería cada 7 años.
Este año se encentra en el segundo número 6 y esto quiere decir que hasta dentro de once años no volveremos a tener un nuevo año Jacobeo. ¿Por qué esperar hasta 2021?
Yo me animaría a visitarlo, Santiago es precioso. Lo que no sé es si con 33 años tendré tiempo y ganas de hacer el Camino. Nunca se puede decir "nunca".


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lunes, 12 de abril de 2010

Lunes de aguas


Nunca había ido antes a los Lunes de Aguas. Normalmente siempre voy a las romerías de mi ciudad el domingo anterior y apenas me quedaban fuerzas para peregrinar de nuevo al día siguiente.
Pero el domingo no seguí la costumbre así que hoy era tiempo de aprovechar y hacer algo que, se supone, debe
hacer todo universitario que se precie en la ciudad del Tormes. Comer y merendar junto al río.
Ha merecedo la pena.

Las vacaciones han merecido la pena. Lástima que sean tan cortas.
Pero, aunque ahora estoy rota y me faltan fuerzas para continuar andando, creo que tengo las pilas cargadas... sólo es cuestión de dormir.



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sábado, 10 de abril de 2010

Placer del verano anticipado


A veces, el principio del verano llega más pronto de lo esperado y es que me encuentro escribiendo en tirantes. En una galería con vistas, con muchas vistas, una mesa de cafetería y, al lado, un armario repleto de libros escritos a varios idiomas.
Despúes de comer hemos decidido pasear por una tarde llena de gente, aunque seguramente la noche se encuentre completamente vacía, menos en los bares. Porque el fútbol siempre mueve montañas, estemos o no de vacaciones.
Además, suenan gaviotas, pero no hay mar... y las campanas de la catedral parecen despertar cada media hora. Es realmente bonito. El aire que anuncia el fresco de la noche parece que se está despertando, pero hay quienes se duermen en la sombras que forman los pequeños árboles que están bajo nuetros pies dentro de un patio que hace las veces de cafetería... y tiene una fuentecita en el centro.

Hay niños y excursionistas. Personas del Imserso que vienen a ver al Apóstol. Boy Scouts. Payasos y gaiteros. Mimos. Sacerdotes. Muchas colas.
Y, por supuesto, peregrinos.
Debería quedarme en esta galería para siempre, pero todo lo que veo desde aquí está esperando que vaya a visitarlo y, aunque haya recorrido mucho, tengo la impresión de que no me va a dar tiempo. Dame unos minutos. Un hombre acaba de entrar en la galería:
-Buenas tardes.

Después de escribir se me ha acabado el refresco, voy a tomarme otro.


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viernes, 9 de abril de 2010

Ilham Mahdi Al Asi


No ha sido portada de ningún periódico, ni siquiera muchos generalistas lo mencionarán, pero una niña de 13 años, Ilham Mahdi Al Asi ha muerto con 13 años en Yemen hace unos días.

En estas zonas existe una costumbre llamada Al Badal, que obliga a la mujer a contraer matrimonio con un hombre, a cambio de que la hermana se este se case con el hermano de ella. Un lío, pero para ellos algo normal. Esta niña fue obligada a casarse por esta costumbre tres días antes de su muerte. Sin embargo, el Parlamento de Yemen aprobó en febrero la introducción de una enmienda a la ley de Asuntos Civiles, que fijó en 17 años la edad mínima para que las chicas puedan contraer matrimonio.

Esta niña tenía 13. Y se ha muerto por una hemorragia en sus genitales.

El Foro Árabe Al Chaqaeq para los Derechos Humanos, que es una organización que defiende a la mujer, se ha posicionado en contra de esta acción porque prefiere que las adolescentes Yemeníes agoten su infancia para prepararse a formar una familia. Esta es una organización. Una. Dice que no es bueno que esta niña se convierta en el símbolo que confirma los riesgos que sufren los menores debido a este tipo de casamientos.

Varios grupos islamistas y clérigos se oponen a la decisión del Parlamento y a las denuncias de estos foros porque, dicen, "prohíbe lo que permite Alá". Y seguramente Alá permita este tipo de casamientos, pero, aunque yo no pueda verlo, seguro que Alá cree correcto que se consume matrimonio más tarde, por lo menos, a partir de que a una mujer le de tiempo a que le baje la regla por primera vez.

La normativa de fijar el casamiento a partir de los 17 aún no ha sido promulgada por el gobierno.



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jueves, 8 de abril de 2010

La importancia de las mayores tonterías

Ya lo decía Da Vinci. Nuestras mayores tonterías pueden ser las más inteligentes.
Sin embargo, nunca se me hubiera ocurrido pensar que algo idiota podría tener buenas repercusiones porque, normalmente, hacer tonterías de las que puedes arrepentirte significa, por ejemplo, prender fuego a tu casa de forma intencionada en un ataque de estrés repentino, conducir después de salir de copas siendo tú el borracho de turno, suicidarte, despertar con un ogro al lado sin acordarse de lo ocurrido horas antes, dejar el trabajo o la carrera, casarse con la persona equivocada, creer en algún político, no tomar precauciones y quedarte embarazada sin quererlo, dejar de luchar por quien quieres, ser infiel, tirar piedras a la gente...
Hay muchas.
Pero otras pueden ser el puente para darte cuenta de que, antes de hacerlas, estabas viviendo en una tontería constante de vida.
Y las más importantes suelen ser además las que parecen insignificantes. Si habéis visto la película Slumdog Millionaire, el concursante de "¿Quieres ser millonario?" no conocía las respuestas por ciencia infusa sino que, a raíz de lo que le había sucedido en su vida, fue capaz de atar cabos para deducir cuál sería la opción correcta.
Con esto quiero decir que, pase lo que pase en nuestras vidas, aunque parezca una bobada, puede servirnos para aprovecharlo en un futuro y aprender de ello.
Yo siempre he sido una persona bastante despistada (con lo que no tengo entre manos) y por eso, mis despistes han hecho que me sucedan situaciones bastante tontas.




Recuerdo una tarde de agosto de hace más de cuatro años. Cuando iba a mi pueblo me olvidé en el autobús una mochila con mis objetos personales y depués de darme cuenta y contactar con la empresa de transportes, la mochila había volado durante el viaje al resto de pueblos de la comarca. A mí no se me ocurrió otra cosa que salir a buscarla en coche con Diego, Raquel y Ángela, que aún no sé cómo se prestaron a esta locura.
Nos recorrimos todos los pueblos de la línea de autobús (no son muy grandes y además siempre hay mirones que conocen de sobra quienes van y vienen) para encontrar a los ladrones; y ya en el último, perdiendo la esperanza, nos hablaron de dos personas que habían bajado y que vivían en una casa alejada del núcleo urbano.
Esa casa estaba en mitad del bosque. Daba miedo.
Poco después de interrogatorios y mentiras por nuestra parte (les contamos que la Guardia Civil venía con nosotros) descubrí que eran ellos quienes me habían robado la mochila. Me la devolvieron, pero, con cara de desearnos matar, nos dijeron que no volviésemos a ese lugar. Creo que aún seguimos amenazados, aunque orgullosos.

Hoy en día sé perfectamente dónde esta ese lugar, pero ninguno de los cuatro hemos vuelto, no sé si por miedo o por falta de oportunidad, pero de esa aventura que para mí, en frío, fue una auténtica tontería, también pude aprender que hay que tener cuidado al buscar una aguja en un pajar.
Porque puede que aparezca.



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miércoles, 7 de abril de 2010

Disfruta

Levántate. Asómate por la ventana. Desayuna de todo.
Pon tu canción favorita. Canta. Pégate una ducha que dure horas.
Enciende unas velas. Hazte un regalo. Visita a un amigo.
Abraza. Sal a correr. Vístete de fiesta.
Túmbate en la hierba. Ponte de puntillas. Lee el periódico impreso.
Llámale. Juega con los pequeños. Vuelve a ver tu película preferida.
Viaja donde te apetezca. Vuelve a recordar. Descubre un libro.
Tómate un café. Apaga la luz. Vete al fútbol.
Escribe en papeles usados. Pide un deseo. Haz una broma.
Ríete en tu cara. Encuentra un caramelo en el bolsillo. Ponte el casco.
Echa la lotería. Baila frente al espejo. Descálzate. Haz el amor.
Entra en un museo. Pinta tu cuadro. Échate Nenuco.
Pesca. Quédate en el metro. Dá una propina.
Cuenta hasta tres. Besa. Llora para desahogarte.
Haz el pino. Recibe una carta. Cúrate. Cuídate.
Conversa hasta la mañana siguiente. Tómate otra. Discrepa.
Mira de frente. Susurra al oído. Vuelve de la mano.
Levanta las cartas.

Si crees que no puees hacerlo todo, desconecta la WIFI y el ordenador. Aunque sea por un momento.
Luego nos lo cuentas.



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martes, 6 de abril de 2010

¿Cariño y comprensión?

Esta mañana estaba escuchando una cuña de radio en la que hablaba un hombre con voz de persona mayor anunciando una residencia para mayores. La cuña empieza: "En esta edad en la que necesitamos más cariño y comprensión..."

¿Perdona?

Hay pocas cosas que me atrevo a decir de forma tan clara, pero el tema de los mayores y los medios de comuncación es algo que no puedo soportar. Pero vamos a ver, ¿Cómo que más cariño y comprensión? ¿una persona mayor es tan inútil que no puede ser comprendida? ¿no tiene amigos ni familia ni una pareja que le de cariño?
Pues sí, como casi todo el mundo, o discutible en algunos casos contados en los que no cuenten con esos apoyos, pero esto le puede suceder a gente de cualquier edad, la cuestión es que las residencias de mayores son lugares en los que las personas deciden llevar a sus familiares porque no pueden cuidarlos debido al trabajo o a otra serie de circunstancias (en casos normales) que para nada tienen que ver con "el cariño y la comprensión".
Tener año tras año deficiencias físicas o psicológicas debido a la edad no es sinónimo de "dar pena".
Entiendo que la residencia tenga que venderse y no discuto que allí traten bien a las personas, pero, por favor, los mayores no tienen nada en especial, ni son enfermos, ni necesitan más o menos cariño, son más mayores que nosotros y esa es la única diferencia.
Si hay algo que he aprendido meses atrás es a darme cuenta de que jóvenes y mayores apenas tenemos diferencias y que, quienes quieren, aprenden a utilizar las nuevas tecnologías como los que más, que nunca es tarde para hacer lo que antes no se ha tenido tiempo de hacer y lo más importante: que conocen y tienen mucha más experiencia que nosotros.

Por lo tanto, yo me atrevería a decir que pueden ser los mayores quienes tengan que "comprendernos" a nosotros, de esta forma, los medios de comunicación deberían tener el suficiente tacto como para poder construir los anuncios y también las noticias de tal forma que no ofendan a las personas; y lo más imporante de todo, que lo hagan para que se sientan identificadas.

Aquí van dos ejemplos: El primero, lo que NO se debe hacer. El segundo, más aceptado.




En fin... "No aumentemos más su soledad"...



Este sí me gusta mucho.


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lunes, 5 de abril de 2010

Lo que da vida a las calles


Tenía ganas de tomar el sol. Se puso sus gafas, se abrigó sólo lo suficiente para pasar fuera una tarde de primavera en una ciudad aún fría y se dirigió al centro.
Allí estaban sus padres sentados en un banco tomándose un helado mientras sonaba música de los años noventa procedente de los puestos de ferias que aún no habían quitado. Todavía funcionaba la máquina de hacer algodones de azúcar que siempre quiso tener en su casa para poder tomarlos hasta reventar. Pero esta vez decidió comprar una bolsa de gominolas con formas de fruta y gusanitos con sal.
Los domingos la gente viste con sus mejores galas, las parejas aprovechan para pasear por el parque o ir al cine y los niños marean a sus padres para poder jugar toda la tarde con sus amigos. Ella no quería volver atrás pero reconoció que sus años de infancia no habían sido malos.
Entre tantas conversaciones que se sucedían en aquella plaza pudo escuchar claramente a un grupo de personas que se acordaban de la Gran Vía de Madrid, ahora de cumpleaños.
Recordó las veces que había paseado por aquella calle, no más de una veintena, pero siempre le había gustado encontrarse a cada metro con un músico o un bohemio lleno de retratos. Desde Callao hasta plaza de España reconocía con los ojos cerrados dónde se situaba cada teatro, cada Vips o cada Starbucks. Las excursiones con sus amigos para ver los musicales o las compras desde Preciados, donde una chica regalaba flores sólo con visitar su tienda de bisutería...
Después volvió a la realidad. Miró hacia un lado, hacia el otro y se dió cuenta que, por muy bonita que se vista una calle está claro que todas pueden llegar a serlo si hay personas que se aprovechan de ellas para salir y darles vida. Y la calle más importante de Madrid puede que sea vieja en edad, pero a la vez ha logrado renovarse tanto que si ella ha sido capaz, vamos a tomar ejemplo para poder hacerlo nosotros también.


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domingo, 4 de abril de 2010

Ya se acabó...


Nací un Domingo de Resurrección. Pero no sabía que los sucesivos Domingos de Resurrección que me esperaban fuesen tan tristes en cierto sentido.

Sé que ahora es tiempo de romerías, de desempolvar la camiseta de la peña, de merendolas en el campo... pero ya se ha acabado la Semana Santa. Y esta Semana Santa ha sido grande.
Ahora me toca guardar las bolsas de pipas y los tarros vacíos de sopas de ajo, también tengo que empezar a cuidarme y bajar todo lo que he comido durante esta semana. Se acabó sentir el frío en los huesos de las eternas esperas y las sombras oscuras que se creaban en la calle cada noche, los flashes, el gentío y los amigos visitantes.
Los bares repletos.
Con el fin de la Semana Santa he perdido hasta mis 21.

foto:Diegodemiguel

Hace unos años, este domigo era para bailar jotas hasta hartarse. Ahora debo recuperar mi cuerpo de toda esta tralla acumulada y levantar poco a poco un pie detrás de otro. ¿Me estaré haciendo mayor?
Creo que no, aún no. Por lo tanto, mi madre sería quien respondiese a esa pregunta con un "si no saliéseis todos los días esto no pasaba".
Pero hasta ella comprende todo lo que supone el paso de estas fechas y lo que cuesta decirles adiós. Un adiós que sólo significa "hasta luego", hasta dentro de un año más o menos para que nos de tiempo a añorar de nuevo lo que se ha ido y volver a cogerlo con muchas ganas.

Porque ahora sí empieza mi particular camino a la cruz:
empezar
a pensar
en ponerme
a estudiar.


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sábado, 3 de abril de 2010

Soy afortunada

Porque siempre hay personas que están ahí y te alegran el día.
Y si ese día es hoy, además, se merecen un achuchón muy fuerte.



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jueves, 1 de abril de 2010

Yo jugaba con el Telesketch

Cuando tenía unos ocho o nueve años mis padres me regalaron un Telesketch por mi cumpleaños. Sí, un juguete que servía simplemente para hacer dibujos, pero sin la ayuda de papel ni boli, sólo constaba de una pantalla roja y dos ruletas negras y con esto te convertías en el artista más importante del mundo, aunque las obras durasen minutos.
Yo era la persona más feliz con él. Podía hacer dibujos con las dos ruletitas y volverlos a borrar dándole la vuelta al aparato mientras sonaba de una forma extraña. Aquello era espectacular. Aunque la cosa se complicaba con las líneas diagonales porque había que tener mucho pulso y destreza para girarlas a la vez, eso si no te habías confundido y te tocaba empezar de nuevo con toda la obra de arte.
Nada de pantallas táctiles, el Telesketch era el que mandaba a principios de los 90.

Hoy he encontrado un artículo que explica cómo funcionaba tal aparato. No se puede conmigo, han pasado más de diez años desde que descubrí este increíble invento y hasta hoy no me había entrado la curiosidad de ver cómo surgían esos trazos por arte de magia...
Al parecer, fue creado en 1960 y su secreto era el polvo de aluminio. En su interior había tanto polvo de este metal que llegaba a todo el mecanismo. Cuando movíamos las ruletas había una especie de lápiz interior que eliminaba esa parte de aluminio y al girarlo volvía a impregnarse para empezar de nuevo.


Digo yo, ¿esto estaba patentado? ¿os imagináis a un niño desmontando el aparato y echándose el polvo de aluminio por el cuerpo?
Digan lo que digan, nosotros éramos muy buenos y responsables de pequeños.


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