lunes, 26 de abril de 2010

Como tomates

Hoy hemos planeado eso que se llama una "ruta turística en la que la gente cobraría por mostrar". Pero nosotros no. Todo ha ido bien, hemos calculado los tiempos, las pausas... todo. Los clientes al final han estado satisfechos, la pena es que sólo duró un día y que no son muy exigentes porque, al fin y al cabo, son tu propia familia.
De la playa a la montaña, de los acantilados a los valles y de las bajuras a las alturas, con cafés por el centro y terracita para comer.
Es cierto que estaba planeado, pero si en un día se pueden ver tantas cosas, ¿por qué no hacerlo más? yo me apunto, eso sí, las jornadas agotadoras seguramente no nos las quite una ruta más dosificada. Cuanto más se ve, más te gusta ampliar las fronteras.
Otra cosa buena que puede sacarse de todo esto: no es necesario llevarse el bañador para que el viento y el sol bronceen tu cara, aunque, para ser sinceros, la tenemos como el tomate. Nadie nos había avisado que antes de verano la piel puede teñirse de color. Aunque por ahora no sea muy bonito.





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1 comentario:

  1. Pues a echarse cremita en la cara n_n
    Aunque, si el tour ha merecido la pena, fijo que pica menos ;P
    Besos!

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