viernes, 16 de abril de 2010

Impotencia

A veces, es mejor desayunar con joyas de fantasía.
Con ellas tienes la garantía de que a nadie les van a interesar demasiado y así, no te intentarán robar, en cambio, los diamantes son muy golosos. Cualquiera puede darse cuenta de que los tienes e ir detrás de tí a por ellos. Eso si no has sido tú el que los ha mangado primero.
En esta vida hay gente que se queda con diamantes ajenos para poder disponer de toda clase de lujos o lo que es peor, para dar rienda suelta a la técnica del "aparentar".
Tengo impotencia de ver ciertas cosas que enfadarían a más de uno y no poderlas publicar, primero, por respeto, segundo porque no me gustaría meterme donde no me llaman. Pero si es justo que la gente conozca la verdad, entonces, simplemente me ataría la falta de más pruebas físicas, el título universitario y la experiencia.
Creo que así es como empieza uno a "hacer amigos" en esta profesión.
Yo me equivocaba-equivoco-equivocaré miles de veces a la hora de hacer ua u otra redacción y en miles de cosas más, pero la verdad es que el tiempo pone a cada uno en su lugar y las personas que no se conforman con joyas de fantasía para desayunar, después, puede que tomen dos tazas.



En cuestiones personales también existe cierta impotencia (esta es compartida) Conoces cosas de otros sujetos, tienes pruebas feacientes, pero también la suficiente templanza como para olvidar poco a poco. Porque, en este caso no hace falta publicar nada. Todos los implicados lo conocemos.
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3 comentarios:

  1. Cuando me siento así me engaño a mi mismo pensando que, por lo menos, tengo la conciencia tranquila.

    Un besotototototote.

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  2. No entiendo absolutamente nada, pero me encantaría saberlo (yo con estas cosas me pongo enferma). Ya sabes mi e-mail :)
    ¡Besitos!

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